La impotencia de estar lesionado...
- KatheMadriz
- 22 jul 2019
- 3 Min. de lectura
Y qué significa para una persona estar lesionado? ¿Qué pasa por su mente? ¿Cómo tener motivación para volver?
Esta es la parte más complicada, inclusive para escribirlo.
Quiero hablarles desde mi experiencia como bailarina lesionada, en múltiples ocasiones, y desde mi experiencia como fisioterapeuta.
El primer sentimiento que todos tenemos al lesionarnos es casi que es "el fin del mundo", todo se nos viene abajo y nos sentimos total y completamente derrotados, damos todo por perdido y sentimos que no valemos nada.
Cuando uno lo lee así parece algo exagerado, pero así es. Y muchas personas se consumen en esos pensamientos por mucho tiempo.
Hay una frase muy conocida y talvez que no nos gusta escuchar: "todo pasa por algo". No siempre en el momento entendemos el porqué de nuestra lesión, pero es cuestión de tiempo el poder encontrar la razón de porqué la vida nos puso esa prueba en ese momento.
Debemos recordar que antes que nada somos nosotros mismos, somos una persona. Una persona que es amigx, hijx, hermanx, etc... Nuestro valor como persona no recae totalmente en nuestro talento o en nuestra profesión u ocupación, recae en quiénes somos y en qué queremos hacer de nuestro viaje de la vida.
Normalmente los momentos más duros y más oscuros son los que nos enseñan una nueva salida, una nueva posibilidad y hasta una nueva aptitud.
Cuando me lesiono me pongo a pensar: ¿Qué dije? ¿De qué manera organicé mis pensamientos para estar hoy así? No siempre escucho la respuesta, pero en definitiva siempre es una oportunidad para ponerme más fuerte y para darme cuenta de las cosas que tenía descuidadas.
La primera vez que me lesioné estábamos a 15 días de estrenar "La Bella Durmiente" en el Teatro Nacional, era mi primer pas de deux en este majestuoso lugar, tenía 17 años. Estaba en un ensayo, la punta se me resbaló y caí con todo mi peso sobre el pie. Recuerdo llorar todos y cada uno de esos días, pero también recuerdo hacer los ejercicios de recuperación y ponerme hielo cada 2 horas, sin parar! Iban a traer una bailarina del Ballet Nacional de Panamá para sustituirme, y les dije: confíen en mi, yo sé que puedo y sé que estaré lista. Tuve la suerte de que creyeron en mi palabra y en mis ganas. En definitiva, tener el correcto tratamiento, seguir las instrucciones al pie de la letra y tener las ganas fue suficiente para lograrlo. Claro, antes de caerme el día que me lesioné yo estaba fuerte. (Hacía mucho trabajo con ligas y llevaba una dieta super balanceada).
Otra vez tuve que parar por 4 meses por una lesión que apareció como 2 años antes, la cuidaba pero no como debía, y un día de tantos el hueso se rompió. Mi cuerpo me habló muy claro, pero debido a mi inexperiencia e inmadurez no lo supe escuchar .
Quiero que sepan que en ambas ocasiones y en las demás que vinieron, TODAS las veces he aprendido algo nuevo! Conocí el maravilloso mundo del gyrotonic y Pilates, conocí la delicia de deporte de natación, conocí personas maravillosas. Abrí mi mente a nuevas ideas, a nuevos proyectos...
No podemos tapar el sol con un dedo, hay lesiones más graves que en definitiva nos obligan a dejar la disciplina en la que nos desenvolvemos. Debido a un accidente grave, a una enfermedad o a alguna predisposición congénita. En estos casos también debemos ver ese mal momento como la apertura hacia una nueva oportunidad. Podemos descubrir un nuevo talento, una nueva ocupación o bien, iniciar un nuevo proyecto.
Quiero decirles que lesionarse no es el fin del mundo, es el principio de una nueva versión de sí mismos. Hay que meditar, reflexionar, analizar y escucharse, redirigir toda esa energía hacia algo productivo y que nos dé paz y nos sane. Entender qué es lo que nos produce la tristeza y el vacío. Disfrutar del tiempo y ocuparlo en algo nuevo, o en recuperarse sanamente. Después de cada lesión SIEMPRE se regresa más fuerte, más consciente del cuerpo y con más ganas aún.
Les aconsejo analizar si están haciendo correctamente a nivel biomecánico todos sus movimientos, mantenerse fuertes equilibradamente, comer adecuadamente, estirar a diario, escuchar su cuerpo, y sobre todo: escuchar la forma en la que hablan y en la piden sus anhelos. Muchas veces nos atamos a situaciones poco agradables con nuestros propios pensamientos, y esto es completamente modificable.
Pueden leer también "¿Porqué nos lesionamos?" y así entenderán un poco mejor lo que sucede.
Cualquier duda o consulta no duden en escribirme!

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